Aniversario de la muerte del General José de San Martín
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Las personas como San Martín, realizan grandes cosas, son almas nobles que se posicionan como genios de nuestra época. San Martín, ser humano de acción y pensamiento, supo convertir esa pasión en fuerza para obrar sobre acontecimientos de su tiempo, para conducirlos siempre pensando en la Patria, esa Patria integrada por la totalidad de las personas que habitan un país o un continente.Una Patria inclusiva que aún a muchos y muchas, hoy, les cuesta entender.
Las personas como San Martín no dejan sin esperanza a un pueblo con la mentira proselitista y electoral. Son seres portadores de una idea y un pensamiento político y asumen las necesarias responsabilidades para llevar adelante cualquier proyecto de sociedad con bienestar para todo un pueblo. Naturalmente sin dejarse rozar por el más mínimo aire de corrupción. Don José de San Martín, sin duda fue precursor en estas conductas políticas.
El héroe de Los Andes es una de las personalidades de la historia que ha logrado un reconocimiento indiscutido. Fue una figura clave para la concreción y la consolidación de nuestra independencia, para la obtención de esa buscada LIBERTAD. Además, ha contribuido, de manera decisiva, en los procesos independentistas de la región, por lo tanto, fue una personalidad indispensable para la emancipación de los pueblos de América del Sur.
«Seamos libres, que lo demás no importa”, eso decía y es una sentencia que vale la pena pensar y analizar. De boca de este hombre de ley, fortaleza e inmenso espíritu libertario heredamos esta frase que suena como muy dicha de paso, pero es portadora de una alta complejidad política y sin duda es, una fórmula digna de poner en funcionamiento.
Tan simple como que cuando logramos La Libertad, absolutamente todo lo demás llega o se construye por lógica. “…que lo demás no importa” no es una sentencia discriminativa, sino la conclusión de un silogismo. Lograr la libertad nos enseña y nos permite obrar, pensar y hablar como queramos, siempre sabiendo y respetando que puede haber otro u otra que piensa, hace y dice diferente.
La indiscutible coherencia de la figura del prócer fue su estandarte y su insignia, la gloria en las batallas tuvo como correlato una vida ejemplar. Siempre austero y humilde renunciando a los ascensos y a los honores, lo que marcó una conducta sin manchas.
Recordar solo la historia del general San Martín sería un error. Es necesario tomar su ejemplo: obtener la unidad, alcanzar los sueños, amar el suelo donde nacimos o donde vivimos, defender la paz y la libertad.
Por suerte, y no lo podemos negar, en este contexto tan particularmente incierto que nos toca vivir hoy a nivel nacional e internacional… percibimos la presencia de personas como San Martín que obran sobre su tiempo con una acción eficiente cargada de honestidad y patriotismo, pensando en el bien común, de manera que su influencia se prolongará en las generaciones venideras y se hará un pensamiento durable y trascendental.
Adaptando estas palabras al contexto actual y parafraseando a Bertold Brecht, por suerte todavía hay personas como San Martín, de las cuales no podemos prescindir. Todavía existen quienes, por la LIBERTAD, por la IGUALDAD y por el BIEN COMÚN luchan y lucharán toda la vida.
Sergio Bianchini
Profesor del Profesorado de Teatro
